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Las empresas tabacaleras utilizan a la UE para debilitar las políticas sanitarias en todo el mundo

Un nuevo informe revela la magnitud de la presión de la industria tabacalera y la sorprendente falta de transparencia entre las instituciones de la UE

ES: Tobacco Corporations Are Using The EU To Weaken Health Policies Worldwide

(Nueva York, EE. UU. y París, Francia, 10 de diciembre de 2025): La presión de la industria tabacalera se ha infiltrado profundamente en la Unión Europea, según un nuevo informe de la ONG francesa Contre-Feu y STOP, un organismo de control mundial de la industria tabacalera. El informe, A puerta cerrada: cómo influye la presión de la industria tabacalera en la Unión Europea y fuera de ella, muestra un esfuerzo concertado de las empresas tabacaleras, en particular de Philip Morris International (PMI), para influir en las políticas de la UE y aprovechar el poder diplomático para socavar las políticas sanitarias en al menos 10 países no pertenecientes a la UE.

Después de analizar los registros existentes y presentar solicitudes de libertad de información (FOI), Contre-Feu y STOP documentaron 49 organizaciones de presión, €14 millones en gastos anuales y 257 reuniones con responsables de las políticas de la UE entre 2023 y 2025, así como múltiples contactos no revelados dentro de las instituciones de la UE. Según el informe, las organizaciones de presión del tabaco más influyentes se concentran en lugares donde existen fuertes vínculos económicos debido a la presencia de sedes de empresas tabacaleras, actividades de cultivo de tabaco o instalaciones de fabricación.

Estos vínculos se reflejan en la toma de decisiones de la UE. Cuando Francia, por ejemplo, notificó a la Comisión Europea en 2025 su plan de prohibir los productos de nicotina oral, varios Estados miembros, entre ellos Grecia, Hungría, Italia, Suecia y Rumania, se opusieron, ralentizando el proceso de autorización de la Comisión. Los mismos gobiernos también criticaron un decreto español destinado a regular estrictamente las bolsas de nicotina.

De los quince grupos de presión centrados en promover una falsa narrativa de “reducción de daños” en torno a productos adictivos y nocivos, como los productos de tabaco calentado (HTP), los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina, ocho grupos se crearon en los últimos tres años. Por ejemplo, el Global Institute for Novel Nicotine, que aboga por la comercialización de bolsas de nicotina y los productos de tabaco calentado, está dirigido por un antiguo ejecutivo de PMI.

“Según estos resultados, la Comisión Europea ha infringido en repetidas ocasiones el del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS (CMCT de la OMS) o bien, como mínimo, no ha aplicado debidamente las medidas del tratado. Además de socavar los esfuerzos europeos para proteger a la población de los daños del tabaco en nuestro continente, la UE tampoco protege a los países no europeos de la influencia indebida de la industria tabacalera”, declara Martin Drago, director de Incidencia Política de Contre-Feu.

“Las organizaciones de la sociedad civil y el Defensor del Pueblo Europeo han expresado en repetidas ocasiones su preocupación por esta falta de transparencia. Para restablecer la confianza y cumplir con sus compromisos internacionales, la UE debe dejar de colaborar con la industria tabacalera a puerta cerrada”, añade Cassandre Bigaignon, responsable de incidencia política europea de Contre-Feu.

Presión a países fuera de la UE

Las cuatro mayores empresas transnacionales de cigarrillos son PMI, Japan Tobacco International (JTI), British American Tobacco e Imperial Brands. PMI y JTI tienen su sede en Suiza, y las cuatro empresas producen productos de tabaco en países europeos. Las empresas utilizan su influencia y sus actividades económicas para presionar a la UE con el pretexto de apoyar las exportaciones.

Según el informe, la presión de la industria para debilitar, retrasar y bloquear políticas sanitarias que salvan vidas no se detuvo en las fronteras de Europa. Los documentos obtenidos a partir de solicitudes de libertad de información revelan la correspondencia de PMI con la Dirección General de Comercio de la UE (DG TRADE), en la que se solicita a los funcionarios comerciales de la UE que utilicen argumentos comerciales y el poder diplomático de la UE para presionar a los gobiernos de al menos 10 países no pertenecientes a la UE para que cambien sus políticas relacionadas con el tabaco.

En Japón, PMI parecía querer el apoyo de la UE para oponerse a los cambios en la tributación de los productos de tabaco calentado.

En Turquía, los productos del tabaco deben contener un 30 % de ingredientes locales. PMI proporcionó a la UE preguntas sobre este tema, para que se plantearan en una reunión de la Organización Mundial del Comercio. PMI también solicitó que se incluyera la cuestión en un informe que evaluaba el progreso de Turquía hacia su incorporación a la UE.

India prohibió los productos de tabaco calentado en 2019 para proteger la salud pública. PMI preguntó a los funcionarios comerciales de la UE si la cuestión podía abordarse durante las negociaciones comerciales en curso, planteándola como una prohibición de importación. La empresa también sugirió que la Comisión Europea interviniera en la prohibición de los productos de tabaco calentado en Singapur, argumentando que “cualquier mensaje a las autoridades singapurenses sería útil para eliminar la prohibición, dada la apertura del país al comercio”.

PMI intentó impugnar la prohibición de los productos de tabaco calentado en México calificándola de barrera comercial y solicitando a la dirección general de comercio que planteara la cuestión a las autoridades mexicanas. PMI calificó de manera similar la prohibición de los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentado en Brasil como una violación de los acuerdos comerciales de la UE.

“No basta con que estas empresas tabacaleras debiliten la política sanitaria en Europa”, afirmó Jorge Alday, director de STOP en Vital Strategies. “Esta investigación demuestra claramente que la industria está tratando de utilizar el poder diplomático de la UE para desafiar el derecho soberano de otros países a determinar sus políticas de salud para proteger a su población, especialmente a los jóvenes. Hacemos un llamado a la UE a que cumpla plenamente con sus obligaciones en virtud del CMCT de la OMS, limite el contacto con la industria tabacalera y haga pública toda interacción. Para proteger la salud de los intereses creados por la industria, estas recomendaciones deben ser vinculantes y estar integradas en todas las instituciones de la UE”.

Comuníquese con la oficina de prensa de STOP para obtener más información o para hablar con un portavoz de STOP.

Notas a los editores

Metodología

Dado que la industria tabacalera es especialmente nociva, el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) exige a sus partes que mantengan la industria al margen de la formulación de políticas. Cuando sea necesario el contacto, todas las reuniones deben ser totalmente transparentes. El CMCT de la OMS ha sido ratificado por la Unión Europea, por lo que está obligada a cumplir los compromisos establecidos en el tratado.

Contre-Feu y STOP examinaron si las instituciones de la UE están siguiendo estas normas. Analizaron el Registro de Transparencia de la UE, el registro de reuniones con grupos de presión del Parlamento Europeo, y utilizaron solicitudes de libertad de información para comprobar los intercambios entre la industria tabacalera y diferentes departamentos de la Comisión Europea. Se llevó a cabo una investigación documental específica, que incluyó documentos de la Organización Mundial del Comercio y solicitudes adicionales de libertad de información, con el fin de recopilar pruebas procedentes de fuera de la UE. A partir de todas estas fuentes de información, Contre-Feu y STOP identificaron quiénes ejercían presión en favor de la industria, los gastos declarados en estas actividades, las reuniones declaradas, las reuniones y comunicaciones no declaradas, y las pruebas de que la UE actuaba en nombre de la industria.

Una industria mortal

La industria tabacalera es responsable de 7 millones de muertes al año. El informe mundial de la OMS de octubre de 2025 sobre las tendencias en el consumo de tabaco confirma que la UE sigue siendo una de las regiones más afectadas por la epidemia del tabaquismo, con alrededor de 700 000 muertes prematuras cada año. El tabaco también supone una enorme carga económica: en 2009, le costó a la UE €544 000 millones, lo que equivale al 4,6 % del PIB combinado de los Estados miembros.

Los daños van mucho más allá de la salud pública y los costos económicos. El cultivo y los residuos del tabaco provocan una grave degradación del medio ambiente, desde la deforestación hasta la contaminación por plásticos y productos químicos. La cadena de suministro también está relacionada con abusos de los derechos humanos generalizados, como el trabajo forzoso y el trabajo infantil en las regiones productoras de tabaco. Se estima que 1,3 millones de niños son explotados en los campos de tabaco.


Acerca de STOP

STOP es una red global de organizaciones académicas y de salud pública. STOP conecta a expertos en todos los aspectos del negocio de la industria tabacalera para exponer y contrarrestar sus incesantes esfuerzos por vender productos nocivos y adictivos. Para obtener más información, visite www.exposetobacco.org/es/.

Acerca de Contre-Feu

Contre-Feu, la alianza contra la industria tabacalera (antes llamada ACT), es un grupo de presión de interés público que lleva más de 30 años trabajando para crear un mundo libre de tabaco y productos con nicotina. Contre-Feu lleva a cabo campañas de sensibilización y defensa en las que denuncia las estrategias y manipulaciones del negocio más mortal del mundo: la industria tabacalera. Además de reunir a más de 20 organizaciones sin fines de lucro, Contre-Feu moviliza a los responsables políticos, los actores de la sociedad civil, los medios de comunicación y la opinión pública para que en 2032 surja la primera generación libre de tabaco en Francia.