Lo que no sabe nos está matando
No es necesario fumar para verse afectado por la industria tabacalera.
Durante años, la industria tabacalera se ha abierto camino en nuestras vidas, difundiendo mentiras sobre los riesgos de sus productos, y apuntando a países de ingresos bajos y medios, personas negras, indígenas, personas de color y jóvenes de todo el mundo.
No es necesario que sea un consumidor de tabaco para verse afectado por las tácticas insidiosas de la industria. Las compañías tabacaleras utilizan equipos de cabilderos, ocultos a la vista del público, para persuadir a los legisladores de que establezcan políticas que ayuden a las ganancias de la industria, pero perjudiquen a la salud pública. Incluso han sido acusados de soborno y violaciones de derechos humanos: hacen cualquier cosa para mantener intacto su mercado.
A medida que las iniciativas de control del tabaco ayudan a reducir las tasas mundiales de tabaquismo, estas empresas se hunden aún más para llegar a nuevos mercados y consumidores, porque necesitan que nuevos clientes se conviertan en adictos para reemplazar a los que mueren por usar sus productos. STOP expone el lado aún más oscuro de una industria de por sí secreta.
Es hora de responsabilizar a la industria tabacalera de sus mentiras, comportamiento poco ético y daño a la salud pública, porque lo que no sabe nos está matando.