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Los productos de tabaco saborizados deberían prohibirse en todas partes

Declaración de Sandra Mullin, vicepresidenta sénior de Vital Strategies, socia de STOP

(Nueva York, 27 de abril de 2021) – A medida que un número creciente de países consideran prohibiciones del tabaco saborizado, los legisladores deben estar atentos a las tácticas de la industria tabacalera, incluyendo las intromisiones de la industria que retrasan el progreso y la introducción de nuevos productos diseñados para esquivar las prohibiciones existentes. Estos países incluyen a EE. UU., donde grupos que abogan por los consumidores, la salud y los derechos humanos instan a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. a que finalmente prohíba los cigarrillos mentolados, y Nueva Zelanda, donde las propuestas de Smokefree Aotearoa 2025 incluyen una prohibición de filtros, en parte para prohibir las cápsulas (esferas triturables de saborizantes) colocadas dentro de filtros e innovaciones en saborizantes.

Sandra Mullin comentó: “Algunas compañías tabacaleras están tratando de persuadir a los legisladores y al público de que quieren reducir el uso de cigarrillos, pero su enfoque hacia los cigarrillos saborizados lo desmiente. La verdad es que la industria utiliza una estrategia de sabores para enganchar a mujeres y jóvenes. Y en los EE. UU., los cigarrillos mentolados, un aditivo que facilita que las personas se vuelvan adictas, se han dirigido a la población negra. Esta comercialización de cigarrillos saborizados es solo un negocio para la industria y continúa presentando nuevos productos saborizados, combatiendo las prohibiciones propuestas y subvirtiendo las prohibiciones existentes1.

Solo en los EE. UU., los cigarrillos mentolados pueden haber reclutado a más de 10 millones de fumadores adicionales y ralentizado la disminución de las tasas de tabaquismo en un 2.6%, entre 1980 y 2018. Las personas negras están representadas de manera desproporcionada en esas cifras: alrededor del 86 por ciento de los fumadores negros fuman cigarrillos mentolados en comparación con menos del 29 por ciento de los fumadores blancos. Esto contribuye a las inequidades en salud basadas en la raza y a la muerte de más de 45,000 afroamericanos cada año. Al otro lado del mundo, en Indonesia, 9 de cada 10 fumadores consumen kretek, cigarrillos con sabor a clavo, lo que contribuye a las altas tasas de consumo de tabaco de Indonesia, que se encuentran entre las peores del mundo.

En muchos países, la industria tabacalera está aumentando la disponibilidad y variedad de productos en cápsulas de sabor3 y cigarrillos con marcas “conceptuales” con nombres descriptivos que sugieren propiedades de sensación o sabor para aumentar su atractivo4. Estos productos “conceptuales” incluyen submarcas de algunas de las marcas de cigarrillos más grandes y conocidas del mundo de compañías que afirman estar interesadas en reducir el daño del tabaco.

Prohibir el tabaco saborizado marca la diferencia: una investigación de Canadá encuentra que después de la prohibición de productos en siete provincias, más de uno de cada cinco fumadores mentolados deja de fumar por completo. Muchas jurisdicciones que han considerado o implementado una prohibición se han enfrentado a un intenso cabildeo5.  Vemos un aumento en el cabildeo de la industria tabacalera en Estados Unidos y Nueva Zelanda para oponerse a estas prohibiciones; los responsables de la formulación de políticas deberán resistir estos esfuerzos y buscar formas de denunciar y desafiar estas tácticas y productos de la industria.

Es hora de un cambio en los EE. UU. y otros países donde las compañías tabacaleras todavía usan el sabor para vender adicciones y daños. Y las prohibiciones completas de sabor son esenciales para evitar que la industria use ingredientes, sabores, accesorios y marcas que inician y mantienen a la gente fumando”.


Información adicional:

Comuníquese con la oficina de prensa de STOP para obtener más información o para hablar con un portavoz de STOP.


Acerca de STOP (Stopping Tobacco Organizations and Products)

STOP es un organismo de control de la industria tabacalera mundial cuya misión es exponer las estrategias y tácticas de la industria tabacalera que debilitan la salud pública. STOP está financiado por Bloomberg Philanthropies y se compone de una asociación entre The Tobacco Control Research Group y la Universidad de BathThe Global Center for Good Governance in Tobacco Control (GGTC), La Unión Internacional contra la Tuberculosis y la Enfermedad Pulmonar (La Unión) y Vital Strategies. Para obtener más información, visite exposetobacco.org/espanol.