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Tres formas en que la industria engancha a la próxima generación

La adicción juvenil no se produce por casualidad.

En todo el mundo, 37 millones de niños de entre 13 y 15 años consumen tabaco. Ese mismo grupo etario consume cigarrillos electrónicos en mayor proporción que los adultos.

Esto no es casualidad.

Es el resultado de la creación, por parte de la industria tabacalera y otras industrias afines, de un entorno que hace fácil, atractivo y rentable que los jóvenes empiecen a consumir estos productos nocivos. Así es como lo hacen.

Con productos que atraen a los jóvenes. Los sabores dulces, los productos que parecen juguetes y las etiquetas con personajes de dibujos animados atraen sin duda a los niños.

A pesar de que estos productos están supuestamente destinados solo a adultos, la industria ha utilizado el marketing de las redes sociales para llegar a más de 150 millones de jóvenes a través de TikTok, Instagram, X y Facebook.

¿El objetivo? Mejorar su reputación e influir en la regulación a favor de sus productos.

Interfiriendo en las políticas que protegerían a los jóvenes. La industria lucha contra las restricciones de marketing, la prohibición de sabores y el aumento de los impuestos sobre el tabaco, medidas que reducirían el consumo entre los jóvenes. Sin estas regulaciones, los productos de tabaco y nicotina son más atractivos y asequibles para los jóvenes.