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Nuevo índice global muestra el cabildeo agresivo de la industria tabacalera en 2019 y la explotación de la pandemia COVID-19 en 2020

Los datos de 57 países revelan que los gobiernos no están haciendo lo suficiente para proteger las políticas de la influencia de la industria

ES: Global Index Press Release

BANGKOK, NUEVA YORK (17 de noviembre de 2020) – Una nueva investigación que cita evidencia recopilada por grupos de la sociedad civil en 57 países revela que, durante 2019, la industria tabacalera intensificó sus esfuerzos para presionar a los gobiernos a través de los departamentos de finanzas, aduanas y comercio. Esto permitió a la industria expandir aún más su influencia durante la crisis de COVID-19 en 2020.

El Índice global de interferencia de la industria tabacalera 2020, publicado por STOP, un organismo de control de la industria tabacalera mundial, describe cómo los gobiernos fueron vulnerables a que la industria ganara influencia, mientras que algunos actuaron para evitarlo. Surgieron patrones que muestran cómo:

  • Las iniciativas de responsabilidad social corporativa crearon acceso a los funcionarios y una falsa percepción de las compañías tabacaleras como actores responsables.
  • Se ofrecieron puestos de trabajo a funcionarios públicos en la industria tabacalera y viceversa, lo que generó posibles conflictos de intereses.
  • Las compañías tabacaleras aprovecharon la falta de transparencia y coordinación entre las agencias gubernamentales para obtener acceso.

Según el análisis de los 57 informes de países, los ministerios de finanzas, comercio, agricultura, desarrollo y otras agencias no relacionadas con la salud fueron los más susceptibles a la influencia, según la autora principal del índice, Mary Assunta, socia de STOP y jefa de investigación global y promoción en el Centro Global para la Buena Gobernanza en el Control del Tabaco (GGTC). Al eludir a los ministerios de salud, las compañías tabacaleras consiguieron exenciones fiscales e influyeron en las decisiones políticas que les ayudaron a seguir vendiendo productos, los cuales matan a más de 8 millones de personas cada año.

Gobiernos con mejores resultados Gobiernos con peores resultados Gobiernos que más mejoraron
1. Brunéi
2. Francia
3. Uganda
1. Japón
2. Indonesia
3. Zambia
1. Pakistán
2. Sudáfrica
3. Sri Lanka

 

Durante la pandemia de la COVID-19, la industria buscó asegurar la continuación y expansión de las exenciones fiscales, y una relajación de las políticas de control del tabaco, a pesar de la creciente necesidad de que los gobiernos implementen medidas para proteger la salud y prommover la recuperación económica.

“El mensaje a los gobiernos es: no muerdan el anzuelo cuando se trata de ofertas de la industria. Con el tabaco, siempre hay condiciones y, en última instancia, el costo se paga en vidas humanas”, dijo Mary Assunta. “Los gobiernos pueden responsabilizar a las empresas tabacaleras por el daño que causan, ofreciendo un beneficio mutuo para la economía y la salud que es  specialmente importante durante la pandemia de coronavirus”.

Ningún gobierno es inmune a las interferencias de la industria

Si bien las grandes compañías tabacaleras apuntan de manera agresiva a las naciones de ingresos bajos y medios con poblaciones más grandes y regulaciones más débiles, el Índice muestra que los países ricos también son susceptibles a la interferencia de la industria. Japón, Indonesia y Zambia están en los peores lugares en general debido a los profundos vínculos entre el gobierno y la industria. Este año, Brunei, Francia y Uganda obtuvieron los mejores lugares, y el país mejor clasificado del informe de 2019, el Reino Unido, cayó al cuarto lugar debido a los vínculos entre la industria y los ministros del gobierno actual, y la participación de la industria en dos consultas gubernamentales durante 2019.

El Índice detalla docenas de casos en los que los gobiernos bajaron la guardia y la industria tabacalera se aprovechó:

  • Tanzania y Zambia, los dos países africanos con peores resultados, han retrasado la legislación de control del tabaco durante años debido a la intromisión del tabaco.
  • El cabildeo de la industria socavó los esfuerzos para aumentar los impuestos al tabaco en Bangladesh, Colombia y Alemania.
  • En Indonesia, la subsidiaria local de Philip Morris International (PMI), PT HM Sampoerna Tbk, firmó un acuerdo con el gobierno para realizar una investigación sobre los productos de tabaco calentados (HTP), que vende la empresa, y en Colombia el gobierno permitió que PMI produjera HTP después de que la compañía amenazara con retirar las operaciones de producción de tabaco del país.
  • Francia, Alemania y Japón han otorgado un trato fiscal preferencial a los HTP, gravándolos a una tasa más baja que los cigarrillos, cuando no hay evidencia de que estos productos sean más seguros que fumar.
  • En Pakistán, British American Tobacco (BAT) donó US $35,450 al Primer Ministro para un fondo de represa, solo un mes antes del anuncio del presupuesto del gobierno.
  • A pedido del gobernador de una región productora de tabaco, un senador de México asistió a un evento de BAT donde se pronunció a favor de la industria.
  • En Nigeria, la industria tabacalera forma parte de la organización de normas que determina las normas de los productos de tabaco.

Acciones que los gobiernos pueden tomar para identificar y prevenir la interferencia de la industria tabacalera

  • Evitar los conflictos de intereses
  • Adoptar medidas para proteger a los funcionarios públicos de la influencia de la industria
  • Impedir la participación de la industria tabacalera en las políticas
  • Evitar interacciones innecesarias con la industria tabacalera y garantizar la transparencia de las reuniones que se realicen
  • Desnaturalizar las llamadas actividades de responsabilidad social corporativa de la industria e implementar medidas de transparencia: hacer que la industria divulgue sus actividades de marketing, cabildeo y filantrópicas
  • Detener beneficios e incentivos para la industria tabacalera

La industria está explotando la COVID-19

El informe señala una tendencia inquietante: la industria tabacalera encontró formas a lo largo de 2019 de comercializar agresivamente productos de tabaco novedosos, que son adictivos y dañinos, como una solución a la epidemia de tabaquismo que creó la propia industria. Ha continuado con esta estrategia en 2020, utilizando donaciones relativamente económicas para promocionarse como socio de los gobiernos que luchan contra la pandemia de la COVID-19. Tales gestos enmascaran la enorme carga que el consumo de tabaco supone para la salud de las personas y los sistemas de salud en todo el mundo y proporciona una plataforma para ganarse el favor de futuros cambios de política. Los ejemplos incluyen:

  • Bangladesh, donde BAT Bangladesh proporcionó equipo de protección personal (EPP) para hospitales públicos. El Ministerio de Industrias escribió a varias agencias pidiéndoles que cooperen con BAT y Japan Tobacco International (JTI) durante el cierre por la COVID-19.
  • En Costa Rica, PMI donó respiradores artificiales a hospitales. La compañía lanzó su producto IQOS en el país este año.
  • Kenia, donde BAT Kenia contribuyó con 300,000 litros de desinfectante a agencias gubernamentales. El tabaco fue catalogado como un “producto esencial” durante la pandemia.
  • Filipinas, donde Philip Morris Fortune Tobacco Corporation donó equipo médico. A lo largo del año pasado, los legisladores han estado deliberando sobre la legalización de los HTP.
  • En Indonesia, la subsidiaria local de PMI, PT HM Sampoerna Tbk, utilizó donaciones de desinfectante, EPP y otros productos como oportunidades para la publicidad y la cobertura de los medios. La compañía también solicitó cambios en la política, incluido pedirle al gobierno local de Bali que revoque las restricciones a la publicidad de tabaco en exteriores.

Acerca del índice mundial de interferencia de la industria tabacalera

El Índice utiliza información disponible públicamente para calificar los esfuerzos del gobierno para proteger las políticas de la influencia de la industria tabacalera, de acuerdo con el Artículo 5.3 de un tratado global, el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud. Los datos se basan en puntajes proporcionados por organizaciones de la sociedad civil en los países participantes.

Acerca de STOP (Stopping Tobacco Organizations and Products)

STOP es un organismo de control de la industria tabacalera mundial cuya misión es exponer las estrategias y tácticas de la industria tabacalera que debilitan la salud pública. STOP está financiado por Bloomberg Philanthropies y se compone de una asociación entre The Tobacco Control Research Group y la Universidad de Bath, The Global Center for Good Governance in Tobacco Control (GGTC), La Unión Internacional contra la Tuberculosis y la Enfermedad Pulmonar (La Unión) y Vital Strategies. Para obtener más información, visite exposetobacco.org/es.